Rent
by Bernardo on 6/10/2008Cuando apenas acababa de llegar por primera vez a Estados Unidos en 1993, ante la necesidad de aprender un inglés que se me resistía, descubrí que los musicales eran un gran aliado. Una de mis últimas novias y amigas, Kelly Dawson, me regaló una cinta con algunas canciones de Miss Saigon, que yo no sabía ni lo que era.
Pronto descubrí que siguiendo la letra de las canciones de los musicales uno podía aprender vocabulario y practicar pronunciación. Con mucho tiempo, no menos paciencia y poco dinero, me pasaba las horas muertes escuchando las pasiones de esa pobre china que como toda mujer que ama demasiado, se colgó de un soldado americano y con ello arruinó su vida.
Enseguida cayeron en mis manos divertidas oportunidades de seguir aprendiendo inglés: Sunset Boulevar, Anything Goes o Les Mis. Pero fue mi amiga Clara la que me trajo el mejor de ellos, Rent.
En mazo de 1996 me dijo que teníamos que ir a ver un espectáculo superchulo que acababan de estrenar off-broadway. Compró un par de entradas y quedé cautivado por la historia que contaban: un grupo de amigos, veinteañeros que viviendo al final del milenio en la capital del mundo intentaban triunfar siendo artistas mientras la vida se lo ponía difícil con drogas, sida, mal de amores y apenas dinero para pagar el alquiler. Una réplica de la Bohème de Puccini, como Miss Saigon lo fue de Madama Butterfly.
Rent marcó toda una época; mi época: quería bailar como Angel, cantar con Roger y hacer películas como Mark. Con mi amiga Aysha hicimos una fiesta en Boston donde la gente tenía que venir disfrazada de alguno de los personajes. Aún tengo los pantalones rojos de terciopelo que me compré para ese día, haciendo juego con el pelo que me teñí del mismo color. Vi el espectáculo 5 veces en inglés y una en español. Conocí al reparto original en una de las mejores noches de mi vida cuando estrenaron en Boston. Hice mío el lema “jump over the moon“…
El 7 de septiembre pasado fue la última representación en Broadway de Rent. La vi retrasmitida en directo en un cine de San Francisco. Al ver a Mark, Anthony Rapp, en el escenario entendí porqué Rent se tenía que acabar. La piel se erizó, la vista se nubló y tuve que admitir que Mark, como yo, ya no tiene 20 años y la vida, como los buenos shows, must go on :)
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