Platón y Mi primera mascletada
by Bernardo on 3/03/2007Al acabar la ponencia y la mesa redonda, Agustín me invitó a ver la primera de las mascletadas de este año. Su mujer, Teresa trabaja en el ayuntamiento y me invitaba a ver el primer espectáculo de pólvora y explosiones del año desde el balcón del ayuntamiento. No lo dudé y en la fiesta me planté :)
El amplio balcón del Ayuntamiento de Valencia era un espectáculo: las falleras mayores muy guapas, los políticos seduciendo a los medios de comunicación, y los amigos y curiosos merodeando entre todo aquello. Me sorprendió ver la normalidad con la que los funcionarios del ayuntamiento continuaban con sus quehaceres con esa algarabía de por medio y decenas de miles de personas gritando y cantando en el exterior. Eran las dos menos cuarto de la tarde. Hasta las en punto, la música y la gente inundarían la plaza.
Se hace el silencio. La fallera mayor grita: Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà!!!! (minuto 4, la traca final es increíble)
Pequeñas explosiones que con secuencia meticulosamente medida, se suceden a media que la intensidad de los estruendos aumenta. Casi 6 minutos de ensordecedoras explosiones cuya onda expansiva golpea con tal fuerza el cuerpo de uno que llegas a emocionarte. Sin duda es un espectáculo mágico que raya en la divinidad pagana. No es asombro por la belleza estética, sino veneración a la fuerza de la explosión de la pólvora. Esa intensidad que naturalmente debería suscitar miedo y alerta, se convierte en ocasión popular de respeto a una fuerza superior.
En fin, que me lo pasé teta y no pude evitar gritar con el resto de Valencia: ¡que bote Rita, que bote Rita!
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